Antes que nada tenéis que haceros de un candil para hacer roscos, este se puede comprar en las tiendas de repostería, en internet o en la ferretería, yo al menos es donde lo compré.
Aquí os dejo la foto de como es este artilugio
Estas rosquillas o roscos son super esponjosas, yo diría que se parecen muchísimo a los buñuelos, de echo la candilera o candil que se usa también se la conoce como buñolera.
Yo he echo buñuelos con ayuda de dos cucharas y quedaban redonditos, así que si no tenéis candil supongo que tambien saldran con la cuchara, aunque no tan bonitos.
Se supone que son rosquillas típicas de Semana Santa, pero yo también las suelo hacer en Navidad, y bueno en realidad las hago cada vez que me apetece, que son varias veces al año. Asi que aqui os dejo la receta por si queréis hacerla para estas navidades.
INGREDIENTES
- 100 ml de Leche entera
- 100 ml de Aceite de oliva
- 100 ml de Anís seco
- 200 grs de Azúcar
- 350 grs de Harina
- 4 Huevos
- 1 sobre de Levadura
- Ralladura de Limón
PREPARACIÓN
Poner a calentar el aceite con un trozo de cascara de limón y en cuanto comience a freírse, retiramos del fuego y lo dejamos templar, luego quitamos la cascara de limón y lo colamos, y lo reservamos para la masa.
Batimos los huevos con el azúcar hasta que espumen y suban un poco. Añadimos la leche, el anis y la ralladura del limón.
Añadimos el aceite templado, y mezclamos la levadura con la harina y la incorporamos a la masa poco a poco y sin dejar de batir.
Cuando este bien incorporado todos los ingredientes y quede una masa homogénea, metemos en la nevera media hora aprox.
Cuando haya pasado el tiempo de reposo, sacamos la masa de la nevera. Y ponemos aceite para freír los roscos, en una sartén, podéis usar el aceite que mas os guste, hay a quien le gusta el de girasol porque es mas suave y no da sabor y hay a quien le gusta el de oliva que da un toque de amargor.
Cuando el aceite este caliente metemos la buñolera vacía, para que vaya cogiendo temperatura, si no haceis esto, se os quedara la masa pegada.
Sacamos la buñolera del aceite y la rellenamos con la masa hasta la mitad mas o menos, yo me ayudo de un cacito pequeño para no meter el candil en la masa.
Introducimos el candil con la masa en el aceite caliente, que lo cubra por completo y vereis como poco a poco se va despegando la masa.
Cuando veamos las rosquillas doradas, le damos la vuelta con cuidado de que no se desinflen y las doramos por el otro lado.
Cuando estén doradas, las sacamos del aceite y las colocamos en papel de cocina absorbente para que suelten el exceso de aceite.
Luego las pasamos por azúcar y dejamos enfriar.
Y ya están listas para comérselas. Veras como gustan a todos en casa.
Son super esponjosas.
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