Era para el cumpleaños de una niña de 4 años que sabia lo que quería, y quería Frozen. Hasta aquí bien, pero la niña quería que el bizcocho fuera también de Frozen y vio uno en Internet con su mama que le gustó y ya no quería otro.
Bien, pues para hacer este bizcocho no puedes usar yema de huevo porque el blanco saldría amarillo y el azul saldría verde. Tienes que poner los colores en la masa de forma sutil que luego se vea cromático y no un parche. y encima para esa falta de huevo pues a usar mantequilla "Crisco" que es totalmente blanca y no da color.
La primera odisea fue encontrar la mantequilla, aquí no se suele vender, menos mal que di con un almacén que la empezó a traer y pude comprarla.
Después el tema de que el bizcocho no se endureciera y aun así quedó algo apretado y poco esponjoso para los paladares de aquí, menos mal que algunos de los invitados son de otros países y ya están acostumbrados a este tipo de bizcocho y les gustó.
Y luego queda montar la tarta.
Aquí podéis ver un corte de la tarta y el bonito colorido de los bizcochos, sobre todo a los mas pequeños les encantó.
Como la niña quería algo original, decidí no modelar nada, así que le compre un regalito, una muñeca de Frozen la princesa Elsa que era a la vez un bote de colonia, me pareció una idea divertida y así puede usar el adorno de la tarta.
Tras montar la tarta, no quería que quedara muy despejada, así que tras cubrirla con buttercream de los mismos colores del bizcocho y adornarla con fideos de chocolate celestes, decidí hacer cristales de hielo comestibles. Hice un caramelo que teñí de azul para que pareciera el hielo y lo puse cortado desigual encima de la tarta, y era el toque que faltaba para una verdadera Frozen
A todos les encantó ¿y a vosotros que os parece?
Publicar un comentario